martes, 11 de noviembre de 2014

La Tragedia de Torrejón

AL FILO DEL MEDIO SIGLO DE LA TRAGEDIA DE TORREJÓN

 El viernes 22 de octubre de 1965 --el próximo año se cumplirán los cincuenta--, las escasas noticias que, a cuentagotas llegaban a Cáceres provocaron una honda conmoción entre los vecinos de la capital, así como en Torrejón el Rubio, Trujillo, Jaraicejo, Monroy, Malpartida de Plasencia, Arroyo de la Luz, Almaraz, Serradilla, Jaraíz de la Vera, Serrejón, Aliseda..., pueblos de los que procedían los 4.000 obreros que trabajaban  en las presas del Tajo y del Tiétar, situadas a cincuenta metros una de otra, y que construía la empresa Agromán para Hidroeléctrica Española en el término de la primera localidad.. La tragedia produjo 70 fallecidos, aunque oficialmente se dio noticia de 54, el mayor accidente laboral sufrido hasta la fecha en Extremadura, y cuyas causas jamás se supieron.

La historia se inició en 1959 cuando comenzaron a construirse las citadas presas para el aprovechamiento hidroeléctrico del Tajo, que permitía, a través de un túnel, trasvases entre ambos ríos, según recuerda en el capítulo "La tragedia del salto de Torrejón" la web "Extremadura misteriosa". Los obreros vivían en dos poblados: el de los obreros, junto al lecho del río, y el poblado alto, en el que vivían los oficinistas, ingenieros y técnicos. En la Extremadura pobre de los años sesenta, aquellos obreros se sentían afortunados: tenían casas con agua y luz, un pequeño hospital, cine, baile, servicios de autobuses que les unían con Plasencia...; ganaban entre 3.000 y 4.000 pesetas de la época, según categorías, recuerda Rosa Escobar, coautora de "Los saltos de Torrejón: una historia por contar".

 El otoño de aquel año fue muy lluvioso, especialmente este mes de octubre. Los técnicos forzaron al límite la capacidad de embalse para probar los aliviaderos. La construcciones estaban muy adelantadas. En el momento del accidente se encontraban trabajando en el túnel unos 50 obreros y otros 50 en el lecho seco del río. Los propios obreros iniciaron el rescate de sus compañeros y quienes, al día siguiente, no se encontraban en casa o en sus puestos de trabajo, fueron dados por desaparecidos.

 El mismo viernes 22, el entonces periódico vespertino, "Diario Extremadura", informaba en su página 9 que "el accidente ha sido provocado al ceder una rejilla de la presa, produciéndose la consiguiente corriente de agua", y daba cuenta de que se había producido un muerto y varios heridos.  El lunes 25, en la página 4, titulaba a cinco columnas: "En la presa de Torrejón continúan a ritmo acelerado los trabajos de rescate" y subtitulaba: "Han sido recuperados siete cadáveres". En la crónica se habla de los primeros rescates, del día de luto declarado en la fecha anterior en Torrejón y de los trabajos en el túnel siniestrado, así como del desembalse a un ritmo de 2.000 metros cúbicos por segundo, lo que produjo a las seis de la tarde del día anterior "la pérdida de más de 82 millones de metros cúbicos". Otras fuentes hablan de 140 millones de metros cúbicos desembalsados, a 2.000 diarios. En su edición del día 26,  cifra en nueve el número de muertos y descarta la posibilidad de hallar con vida a los más de treinta desaparecidos. En la edición del miércoles 27, eleva a veintitrés el número de muertos.

 "La tragedia fue envuelta entre el silencio y olvido del régimen franquista; las presas jamás fueron inauguradas y Franco no vino, a pesar de tener previsto, ni se dio ningún tipo de explicaciones al respecto. Los supervivientes se diseminaron por toda España. Cada viuda recibió 20.000 pesetas y 5.000 por cada hijo", según "Extremadura misteriosa".


         La tragedia afloró otras pequeñas tragedias humanas conocidas a partir del suceso. Al cumplirse los 38 años del accidente, Francisco Cabanillas escribe en El Periódico Extremadura del 19-10-2003 la historia de un padre que "falleció de la impresión al conocer la noticia", pues tenía dos hijos trabajando en las obras de la presa y murió cuando era trasladado a Plasencia. En la catedral nueva de esta ciudad fueron oficiados el 4 de noviembre unos solemnes funerales por las víctimas. Las hijas de Agustín Oliva Sanguino, natural de Arroyo de la Luz, pudieron hallar, cuarenta y dos años después, los restos de su padre en el cementerio de Toril, gracias a una carta remitida al Ayuntamiento de la localidad por el juzgado de Navalmoral, que fue a parar a una tía que no sabía leer, y que guardó en una caja que sus sobrinas hallaron haciendo limpieza, según una crónica publicada en el diario Hoy el 15-06-2007.

 El 10-02-2013, el programa de Canal Extremadura TV "El lince con botas" emitió en la citada cadena un magnífico reportaje titulado "La tragedia del salto de Torrejón", con entrevistas a algunos de los protagonistas de la época. "Fue una obra rentable y de un drama colosal, del que nunca se supo", concluía diciendo. Rosa Escobar recordaba que los medios informativos se referían más a la obra que a la tragedia y a los responsables de lo que pasó, y a cómo aludían a la raza extremeña y a su capacidad de sufrimiento. Paquita Marcos, pequeña entonces, recordaba cómo en febrero del 66 se produjo una evacuación de las mujeres y los niños del poblado mientras los obreros continuaban trabajando en las presas, lo que consideró "una humillación". Antonio Marcos, antiguo habitante de Torrejón, relataba que "más que ahogados, muchos obreros murieron por traumatismo". Rosa Marcos recordaba el acto de arrojo de José Martín quien, con su grúa, logró salvar a más de 50 obreros. El mismo cifra los muertos en 60 y cree que los otros diez murieron en accidentes laborales anteriores. Hasta nueve meses después, señalaba Antonio Marcos, continuaron apareciendo cuerpos. "Fue una negligencia como un camión. Se quiso hacer el trabajo en menos tiempo."

Tal día como hoy, cuando las primeras noticias llegaron a Cáceres, sobre la ciudad caía una densa lluvia y los braseros y estufas hacían su aparición. Sólo sus familias recuerdan hoy a los fallecidos y a los desaparecidos. Una placa --recordaba el citado programa televisivo-- recordaba hasta hace poco los nombres de las 70 víctimas del accidente.

Enlace:  http://digitalextremadura.com/col/72/felix-pinero/


                              VIDEO DE CANAL EXTREMADURA




El otoño de 1965 fue lluvioso en Monfragüe, especialmente a mediados de octubre. Faltaban pocos meses para finalizar los trabajos en las presas sobre el Tiétar y el Tajo, y una concatenación de circunstancias provocó el más grave y trágico accidente laboral de la España contemporánea, cuyas causas nunca se conocieron. Una tragedia condenada a un olvido extraño, injusto e interesado, sobre la que cayó un silencio despiadado. Una historia que dejó a sus espaldas una obra rentable y un drama colosal, un drama del que nunca más se supo.
           
                                         
 http://www.canalextremadura.es/alacarta/tv/videos/el-lince-30-la-tragedia-del-salto-de-torrejon-100213

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